Si has notado la presencia de un bulto en tu boca y te preocupa que pueda ser un mucocele, estás en el lugar correcto. En este artículo, te explicaremos qué son las bolas de carne en la boca, sus causas, cómo se pueden tratar y cómo prevenirlas. Sigue leyendo para obtener toda la información necesaria.
¿Qué es el mucocele?
El mucocele es la lesión más común de la mucosa oral. Se trata de un bulto que aparece en el interior de la cavidad oral debido a una alteración en una glándula salival menor. Esta alteración provoca una acumulación de mucosa y un aspecto similar a una ampolla con tonos transparentes o azulados.
El mucocele suele ubicarse en el paladar, en la lengua, en la parte interna de las mejillas o alrededor de los labios. En el caso del mucocele debajo de la lengua, se le conoce como ránula y suele ser más grande y molesto al hablar o al comer.
¿Cómo saber si tengo un mucocele?
Para confirmar que se trata de un mucocele, es recomendable acudir al odontólogo. Sin embargo, existen algunas características que pueden orientarte sobre su diagnóstico:
- No causa dolor.
- Tiene cierta movilidad.
- Su textura es suave y su forma es redonda.
- La superficie es de color translúcido o azulada.
- Por lo general, mide entre 1 y 10 mm, aunque puede llegar hasta los 2 cm.
¿Por qué aparecen los mucoceles?
La causa principal de la aparición de los mucoceles es un traumatismo, especialmente por una mordedura en el labio (mucocele labial). Esta lesión provoca la rotura de una glándula salival y una fuga de saliva. La secreción mucosa se acumula en el tejido epitelial y forma un bulto o nódulo.
Otra posible causa del mucocele en la boca puede ser la rozadura de los aparatos de ortodoncia o prótesis dentales mal ajustadas. El contacto continuado con la mucosa oral puede ocasionar la aparición de este quiste.
Tipos de mucoceles
Existen dos tipos de mucoceles según su origen:
Por extravasación
Este es el tipo más frecuente y suele afectar a niños y adolescentes. El 70% de los mucoceles se presentan en menores de 20 años. Su causa principal es un traumatismo, como una mordedura, piercing o roce por ortodoncia. Su ubicación más común es debajo del labio.
Por retención
Este tipo de mucocele es menos común y suele afectar a adultos a partir de los 30 o 40 años. Se produce por una obstrucción de los conductos salivales debido a impurezas en la saliva. Estas impurezas se acumulan y forman un cálculo o piedra que rompe la glándula.
Tratamiento del mucocele
El mucocele no es doloroso ni grave, pero puede ser molesto y visible en algunos casos. En la mayoría de los casos, tiende a reabsorberse de manera espontánea sin necesidad de tratamiento.
Es importante acudir al dentista para confirmar el diagnóstico y evitar cualquier duda. Además, los mucoceles suelen ser recidivantes, es decir, pueden reaparecer y cronificarse. En estos casos, puede ser necesaria una cirugía local.
Cirugía para extirparlo
El procedimiento quirúrgico es sencillo y se realiza con anestesia local. Consiste en extirpar la superficie externa del mucocele. No es suficiente con desinflamar y drenar el nódulo, ya que podría volver a llenarse después de cicatrizar.
Después de la cirugía, es importante seguir algunas recomendaciones, como seguir una dieta blanda y evitar alimentos y bebidas calientes. También es posible que se receten antiinflamatorios y enjuagues con clorhexidina para evitar molestias e infecciones.
Actualmente, también se utilizan tratamientos como la crioterapia (aplicación de frío extremo) o el láser para eliminar los mucoceles de manera más cómoda y con una recuperación más rápida.
Prevención del mucocele
La principal forma de prevenir los mucoceles es evitar morderse los labios. Si se debe a rozaduras por ortodoncia, se puede utilizar cera de ortodoncia para prevenir el daño en la mucosa oral.
Existen algunos hábitos que favorecen la aparición de mucoceles, como morder bolígrafos u objetos duros, fumar tabaco (causa inflamación crónica) o practicar deportes de contacto que puedan causar lesiones en la boca. En estos casos, es importante utilizar protectores bucales.
Los piercings también aumentan el riesgo de mucoceles. Es fundamental elegir un profesional que realice la perforación con la máxima higiene y esterilización de los instrumentos.
Por último, algunas personas tienen el hábito nervioso de morderse los labios o el interior de las mejillas. Esto se conoce como dermatofagia y puede requerir apoyo psicológico para corregir esa conducta.
¿Cuándo consultar a un dentista?
Si sospechas que tienes un mucocele y te preocupa que no desaparezca, si han pasado varias semanas desde que notaste la aparición del bulto o si te causa molestias al tragar o al hablar, es recomendable visitar a un dentista para que examine la lesión y prevenga cualquier complicación.
En las clínicas de Vitaldent, presentes en toda España, podrás encontrar odontólogos especializados que podrán ayudarte en el diagnóstico y tratamiento de los mucoceles.
Un mucocele, también conocido como quiste mucoso bucal, es un saco delgado y lleno de líquido en el interior de la boca. Aunque es inofensivo e indoloro, puede causar malestar debido a la sensación del bulto en la boca.
Estos quistes suelen aparecer en la parte interior de los labios, pero también pueden formarse en la lengua, el paladar, el interior de las mejillas o alrededor de perforaciones en la lengua o los labios. En el caso de los quistes en la parte inferior de la boca, se les llama ránulas, y en las encías se les llama épulis. El saco del mucocele es azulado y translúcido, y contiene un líquido transparente. Por lo general, un dentista puede diagnosticar un quiste mucoso con solo mirarlo.
Causas y prevención
Se cree que la causa de estos sacos llenos de líquido en los labios, encías o en el interior de las mejillas es succionar el tejido entre los dientes. Evitar succionar las mejillas o los labios intencionalmente puede prevenir la formación de algunos quistes, aunque otros pueden aparecer de forma aleatoria.
Tratamiento para los quistes bucales
Los quistes mucosos generalmente no requieren tratamiento, ya que suelen romperse por sí mismos. Sin embargo, si el quiste bucal se vuelve molesto, se irrita, interfiere con la masticación o no desaparece después de un par de semanas, es recomendable consultar a un dentista. Este profesional puede utilizar una aguja esterilizada para perforar la parte superior del quiste y drenar el líquido, lo que hará que desaparezca con el tiempo.
Remoción del quiste
En ocasiones, el dentista o cirujano dental puede optar por retirar quirúrgicamente el quiste, especialmente si vuelve a aparecer después de haber sido perforado. Las complicaciones de este procedimiento son muy poco frecuentes y conllevan los riesgos normales, como infecciones o reacciones adversas a la anestesia local. Siempre es importante consultar a un dentista o especialista dental y asegurarse de entender los riesgos.
Si el quiste no se rompe por sí solo y no se recibe tratamiento, puede formarse una protuberancia permanente. Estas protuberancias son inofensivas, pero es recomendable consultar a un dentista si aparece algo nuevo en la boca y hay motivo de preocupación. Es importante que el dentista evalúe el área mediante un examen y, si es necesario, con una radiografía. La salud bucal es parte integral de la salud general.
Las bolas de carne en la boca, conocidas como mucoceles, son lesiones comunes de la mucosa oral. Aunque no son graves, pueden resultar molestas y visibles. Es importante acudir al dentista para confirmar el diagnóstico y recibir el tratamiento adecuado. Además, se pueden tomar medidas preventivas para evitar su aparición. Recuerda que la salud bucal es fundamental para mantener una buena calidad de vida. No dudes en buscar ayuda profesional ante cualquier duda o preocupación.
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