Embutidos para embarazadas: ¿cuáles son seguros durante el embarazo?

El embarazo es una etapa de la vida en la que la alimentación juega un papel fundamental. Es importante cuidar lo que se come para asegurar el correcto desarrollo y crecimiento del bebé. Sin embargo, muchas veces surgen dudas sobre qué alimentos son seguros y cuáles no durante esta etapa. Uno de los temas que genera controversia es el consumo de embutidos. En este artículo, te explicaremos qué embutidos puedes comer si estás embarazada y cuáles debes evitar.

Índice
  1. ¿Es seguro comer embutidos durante el embarazo?
  2. ¿Qué embutidos pueden comer las embarazadas?
  3. ¿Cuánto embutido se puede consumir durante el embarazo?

¿Es seguro comer embutidos durante el embarazo?

Es probable que hayas escuchado que es necesario tener precaución al consumir embutidos durante el embarazo. Pero, ¿por qué? La principal preocupación radica en la posibilidad de ingerir carne cruda o semicruda, así como embutidos curados sin cocción, como el jamón serrano, el chorizo, el lomo embuchado, el salchichón o el fuet. Estas carnes pueden contener bacterias o parásitos que podrían atravesar la placenta y afectar al bebé. Una de las enfermedades más temidas es la toxoplasmosis, la cual es causada por el parásito toxoplasma gondii.

La toxoplasmosis es una enfermedad que se encuentra en el intestino de gatos y cerdos, y puede ser transmitida a los humanos a través de la ingesta de carne contaminada. Durante el embarazo, esta enfermedad puede representar un riesgo para la madre y el feto, ya que puede causar abortos espontáneos, malformaciones congénitas y partos prematuros.

¿Significa esto que no se pueden consumir embutidos poco cocidos en absoluto? La respuesta es que depende de varios factores. Por un lado, el parásito toxoplasma gondii muere a temperaturas de cocción superiores a los 70º C, por lo que es posible consumir embutidos prohibidos siempre y cuando estén bien cocidos a una temperatura superior a los 71º C. Otra opción es congelar los embutidos, ya que el parásito no sobrevive a temperaturas de 20º C bajo cero durante más de dos días o a temperaturas de 10º C bajo cero durante tres días. Sin embargo, es importante destacar que la congelación debe ser realizada de manera industrial, a temperaturas entre los 40 y 60º C bajo cero, para garantizar la eliminación del parásito.

Además, al comienzo del embarazo, generalmente se realiza una prueba de toxoplasmosis para determinar si la madre ha tenido la enfermedad. En caso de obtener un resultado positivo, los profesionales de la salud pueden permitir el consumo de ciertos embutidos curados sin cocción. Sin embargo, si el resultado es negativo, se recomienda evitar el consumo de estos embutidos para prevenir la infección.

¿Qué embutidos pueden comer las embarazadas?

Si una mujer embarazada ha dado negativo en la prueba de toxoplasmosis, se debe evitar el consumo de embutidos que no hayan sido sometidos a un proceso de cocción. Sin embargo, existen embutidos que sí son cocidos para eliminar posibles patógenos y que se pueden consumir durante el embarazo.

Algunos ejemplos de embutidos cocidos que se pueden consumir durante el embarazo son el jamón york, la mortadela, el pavo cocido y el bacon frito. Además, los patés de hígado de cerdo también pueden ser consumidos, ya que están previamente cocidos.

¿Cuánto embutido se puede consumir durante el embarazo?

Antes de incluir embutidos en tu dieta durante el embarazo, es importante consultar con tu médico, ya que aunque existan opciones seguras, pueden estar contraindicadas en tu caso específico. Además, debes tener en cuenta que la mayoría de los embutidos contienen altos niveles de grasa y sal (sodio), lo cual puede no ser beneficioso para tu salud. Además, la mayoría de ellos no aportan nutrientes esenciales.

Los embutidos más recomendables para las embarazadas son el jamón cocido y la pechuga de pavo, ya que contienen menos grasas y azúcares. Se recomienda consumirlos no más de 2 o 3 veces por semana.

Durante el embarazo es importante tomar precauciones al consumir embutidos. Es necesario evitar los embutidos crudos o semicrudos, así como aquellos embutidos curados sin cocción. Se recomienda consultar con un profesional de la salud y realizar pruebas de toxoplasmosis para determinar si es seguro consumir ciertos embutidos. En caso de dar negativo en la prueba, se pueden consumir embutidos cocidos como el jamón york, la mortadela, el pavo cocido y el bacon frito. Recuerda siempre mantener una alimentación equilibrada y consultar con tu médico para asegurar una dieta saludable durante el embarazo.

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