Las cocinas de los restaurantes están volviendo a la normalidad después de meses de restricciones debido a la pandemia. Muchas personas disfrutan de platos de carne cruda o poco cocida, como el tartar o el carpaccio, pero consumir este tipo de alimentos conlleva un riesgo: la posibilidad de contraer una intoxicación alimentaria debido a la presencia de bacterias, virus, parásitos o toxinas. En este artículo, te explicaremos los síntomas de la bacteria de la carne cruda y las precauciones que debes tomar para minimizar los riesgos.
Síntomas de la bacteria de la carne cruda
Las bacterias más comunes que se encuentran en la carne cruda son la Salmonella, E. coli, Listeria y Campylobacter. Estas bacterias pueden causar una serie de síntomas desagradables, que incluyen:
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Dolor abdominal
- Fiebre
Estos síntomas suelen aparecer dentro de las 24 horas posteriores al consumo de la carne cruda y pueden durar hasta una semana. Es importante destacar que los síntomas pueden variar según el tipo de bacteria y la cantidad de alimentos contaminados consumidos.
Beneficios y riesgos de la carne cruda
Algunas personas argumentan que consumir carne cruda o poco cocida es más saludable y conserva mejor los nutrientes. Sin embargo, estudios han demostrado que la cocción de la carne reduce la cantidad de grasa y nutrientes, como el calcio, sodio, potasio, magnesio y fósforo. Además, todas las vitaminas presentes en la carne también disminuyen, especialmente la tiamina (vitamina B1), que puede perderse por completo durante el cocinado. Por otro lado, el cocinado de la carne aumenta los niveles de cobre, zinc y hierro.
Desde una perspectiva antropológica, la práctica de cocinar alimentos, especialmente carne, ha sido fundamental en la evolución humana. La cocción descompone las proteínas y facilita la masticación y la digestión, lo que ha permitido un mejor aprovechamiento de los nutrientes.
Precauciones para consumir carne cruda
Aunque la carne cruda puede ser tentadora, es importante tomar precauciones para minimizar los riesgos de intoxicación alimentaria. Aquí te presentamos algunas recomendaciones:
- Opta por un pedazo entero de carne en lugar de carne picada, ya que la picada puede contener carne de diferentes animales, lo que aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Además, el tamaño pequeño de la carne picada favorece la contaminación.
- Si decides consumir carne picada, evita la carne envasada, ya que también aumenta el riesgo de contaminación.
- La carne de pollo es especialmente peligrosa si se consume cruda, ya que tiende a la contaminación por Salmonella. Además, su carne es más porosa, lo que facilita la entrada de gérmenes.
- Las mujeres embarazadas, lactantes y las personas mayores deben evitar consumir carne cruda debido a su mayor susceptibilidad a las infecciones alimentarias.
Si bien la carne cruda puede ser un manjar para muchas personas, tener en cuenta los riesgos que implica. La bacteria de la carne cruda puede causar síntomas desagradables y, en algunos casos, complicaciones graves. Cocinar la carne de manera adecuada es la forma más segura de consumirla y minimizar los riesgos de intoxicación alimentaria. Recuerda siempre tomar precauciones y seguir las recomendaciones de seguridad alimentaria. ¡Disfruta de tus comidas con responsabilidad!
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